Siempre he creído que hemos venido a este mundo a transformar, impactar y aprender. Nuestro propósito es alcanzar la sanación; y al sanarnos a nosotros mismos, sanamos a otros y a la humanidad entera. Las personas que acompañan nuestro caminar por la vida, se manifiestan en ella como maestros, que actúan como "espejos", mostrándonos aquello que necesitamos trabajar, mejorar, desarrollar o sanar en nosotros mismos. Estos maestros, aparecen de muchas maneras y formas, también de muchos tamaños y edades. En este post, quien compartir contigo algunas de las lecciones que me ha enseñado mi pequeño GRAN maestro.
Mi pequeño GRAN maestro, un niño que llego a mi vida hoy, hace 12 años. Un niño hermoso, cachetón, colocho, con dos enormes ojos curiosos y de color chocolate-nutella. Esteban, llego de forma inesperada, nos sorprendió naciendo de forma prematura, un mes antes de lo previsto, y con ese susto trajo consigo desde el primer momento grandes lecciones de vida.
Su nombre, el cual fue escogido con anticipación, sin sospechar, que sería un reflejo de su carácter y de su personalidad, Esteban proviene de la palabra Στέφανος (stéfanos), que en griego antiguo significa "victorioso", o "laureado". Y es que desde su llegado, mi pequeño GRAN maestro vino a enseñarnos, que no se necesita ser un gigante para aferrarse a la vida, para vencer los obstáculos, superar las enfermedades y salir adelante. También me enseñó lo que es la FE, lo que es abandonarse a la voluntad de Dios y confiar, soltar, creer y esperar, con paciencia pero con confianza. Durante 10 días, mientras estuvo en el intensivo... Esteban nos enseñó el poder de la unión, de la oración y de la aceptación (las cosas NUNCA salen como uno quiere sino como deben ser salir), el plan perfecto De Dios.
Esteban vino además a remover y reorganizar mis prioridades. Vino a enseñarme lo que en realidad es importante... a entender que el trabajo es trabajo, y lo que verdaderamente es importante en el orden de las cosas. Esteban, sirvió como mi principal motivador, para aventurarme en el mundo de la consultoría, re definir mi concepto del trabajo, apostar por la independencia y cambiar completamente mi proyecto profesional. Me enseño que uno nunca es pequeño, si se sabe protegido y acompañado de Dios, me demostró que la presencia, la familia y el amor es más importante que cualquier proyecto, ascenso o plan de sucesión en una empresa multinacional.
Conforme fue creciendo, Esteban me ha enseñado muchísimas cosas: a ser una experta alergóloga, una doctora en potencia con habilidades únicas para responder a una crisis de crup, a hacer panqueques en forma de CARS y todos los personajes de Disney y Pixar, a armar legos con más de 1,000 piezas, a sentarme a ver un juego de beisbol y futbol americano "entendiendo" quien va ganando y quien va perdiendo, a conocer 1001 curiosidades del Titanic y a entender la historia de Petra y el Antiguo Egipto. Pero sobre todo, me ha enseñado que hay más gusto en servir que en recibir... me ha mostrado lo que es la nobleza, la entrega y el amor incondicional.
Hoy mientras lo llevaba a su curso de vacaciones, Esteban me dijo: Mamá, ya son 12 años, ¿Qué te dice eso? Y esta pregunta, me movió muchísimo... y me hizo reflexionar sobre: ¿Qué me han dicho estos doce años en presencia de mi pequeño GRAN maestro? Aquí les dejo la respuesta:
Que un corazón noble y una actitud de servidumbre, es la cualidad más importante a cultivar y a tener en esta vida. Gracias Esteban por mostrarme, con tus pequeños actos, inmensos y múltiples favores, que siempre hay más gusto en servir, en dar, en ayudar, y que lo que se hace debe hacerse desinteresadamente, sin esperar que otros lo agradezcan. Gracias por ser mi acompañante de mandados, mi ayudante estrella y mi cocinero y parrillero maravilloso.
Que la paciencia es la espera y la presencia amorosa. En mi pequeño maestro, veo la paciencia amorosa, cuando escucha de forma atenta y cuidadosa, todas las locuras, historias y ocurrencias de su hermana (que no se calla ni deja de hablar), aún cuando no quiere, cuando está cansado y cuando está enojado con ella. Gracias por enseñarme, lo que significa estar presente a través de la escucha y la paciencia, por jugar ponis con tu hermana, por aguantar sus series en Netflix, cuando lo que quieres es ver beisbol, y por tratarla como una princesa (aunque en ocasiones NO se lo merezca).
Que en la vida nunca dejas de aprender y que el mundo debe ser visto siempre con curiosidad. : mi arquitecto naval - e ingeniero en potencia, me ha demostrado que no hay sueño grande o imposible, que siempre hay algo nuevo que aprender, y que el mundo debe verse desde la curiosidad, con apreciatividad, con preguntas infinitas y mucha pasión. Gracias por mostrarme con tu intensidad, que la pasión es un ingrediente fundamental para lograr nuestros sueños y deseos más profundos.
Gracias Esteban, por ser un GRAN maestro para mi, todos los días me enseñas, me retas, me ayudas a crecer como persona, como mamá, como profesional. Gracias por ser ese maestro en mi vida, y en la vida de todos los que te conocemos, espero poder responder con todo el amor, la paciencia y devoción al enorme privilegio que Dios me dio al escogerme como tu mamá. ¡¡Feliz cumpleaños Esteban, Antonio, Miguel, Jesús de los Ángeles! Espero con ansias los siguientes años de aprendizaje a tu lado.
Y tú, ¿Quién ha sido tu maestro? ¿Qué te dicen esos maestros con quienes te relacionas a diario? Te invito a que en esta época de gratitud y esperanza, aproveches a reconocer, agradecer y valorar a quienes a través de sus acciones han traído aprendizaje, luz, crecimiento y sanación a tu vida.
¡Atrévete a empezar!
