Lecciones de la Abuelita Pata Parte 2 - el poder e impecabilidad de tu palabra
- Maria Virginia - Coach

- 20 sept 2021
- 6 Min. de lectura
Hola, hace algunos meses compartí contigo la primera parte de las lecciones de vida que aprendí de mi abuelita Ethel, a quien cariñosamente apodábamos la abuelita Pata. En esta oportunidad, te comparto en este post, una serie de lecciones y aprendizajes asociados a la forma de hablar y el lenguaje utilizado por mi abuelita. Sus refranes y dichos han traído conciencia, luz y reflexión a mi vida; espero que hoy lo hagan en la tuya.
Los seres humanos somos seres lingüísticos, vivimos en lenguaje, con el lenguaje y para el lenguaje. No hacemos, DECIMOS, y lo que nos decimos y le decimos a otros abre y cierra posibilidades y guarda estrecha relación con la calidad de nuestras relaciones, nuestros resultados y nuestra vida. Tu palabra tiene poder y tu eres lo que dices. Es por esto, que si quieres conocer a alguien, debes prestar mucha atención a lo que esta persona dice, porque en su decir está su actuar.

Mi abuelita Pata, era una persona muy sabia, con muchos refranes y un rico vocabulario. A continuación te comparto aquellas enseñanzas de vida que vinieron disfrazadas en algún refrán o dicho popular:
NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA: Cuando mi abuelita me abrazaba y arropaba entre sus chamarras y me decía esta frase, me enojaba mucho, pues en definitiva no es lo que en esos momentos de enojo y frustración quería escuchar. Hoy, un poco más vieja, en mi rol de esposa, de madre y de profesional, entiendo lo que quería decirme; y es que, detrás de cada desafío, hay una bendición. Y que el tamaño del obstáculo es directamente proporcional al tamaño de la lección y retribución que encontrarás en tu camino. Puedo ver con claridad que todo en tu vida es causa y efecto, que nada ocurre sin un propósito y que aquello que yo juzgo como malo o como fracaso, es en realidad es una oportunidad de aprendizaje y crecimiento. ¿En dónde pones tu mirada? En lo que no salió como tu querías, o en lo que pudiste aprender, observar y obtener a cambio de ese mal momento o situación?
CRIA CUERVOS Y TE SACARÁN LOS OJOS: Cuando mi abuelita, hacia referencia a este refrán, yo asumía que hablaba de malcriar o maleducar a los hijos. Sin embargo, hoy puedo entender que la crianza tiene que ver con lo que alimentas a diario en tu vida. Es decir, puedes crear o cultivar hábitos improductivos, malas costumbres, creencias o pensamientos limitantes, relaciones co-dependientes. Cualquier cosa a la que le gastes energía y esfuerzo, debe emanar de tus valores, debe procurar el bien común y debe buscar lo correcto, por encima de lo fácil y lo cómodo, de lo contrario más adelante en tu vida, te pasará la factura. ¿Sobre que cimientos construyes? ¿Qué decides alimentar y hacer crecer en tu vida? Espero de verdad que no sean cuervos, sino que busques lo verdadero, lo bueno, lo noble... aunque no siempre sea fácil.
POR MÁS OSCURA QUE SEA LA NOCHE, MAÑANA VOLVERÁ A SALIR EL SOL: Este refrán se ha convertido en uno de mis favoritos, pues me recuerda mi pequeñez frente a la grandeza de Dios, pero también me hace pensar en la temporalidad de las situaciones. Nada dura 100 años, ni hay cuerpo que lo resista (esto también lo decía mi abuelita). Buscar la luz en medio de la oscuridad, ampliar tu recipiente y dejar de enfocarte en solamente en lo malo... sino traer la apreciatividad y la gratitud a tu mirada, descubriendo que todo pasará y que nada durará para siempre. Entender que las emociones son transitorias, no permanentes y que el enojo, el miedo, la tristeza también se desvanecerán. No aferrarnos a la oscuridad sino esperar con FE y confiar en el amanecer y la salida del sol.
LA M.... MIENTRAS MÁS SE REVUELVE MÁS APESTA: Sabias palabras, que me hacen pensar en el enorme regalo del perdón. Y en cómo cuando decides soltar, perdonar y olvidar, NO estás dándole un regalo al otro, el regalo te lo haces tú. ¿Para qué revolver?, ¿Para qué aferrarnos a lo que nos hizo daño?, ¿Para qué seguir sentados en la silla de las víctimas, dejando en otros nuestro poder, nuestra grandeza y nuestra misericordia? Perdonar es siempre la mejor opción, es un regalo que te haces a ti mismo, una elección alcanzar tu propia liberación y sanación.
CUIDA QUE TUS PALABRAS SEAN DULCES Y TIERNAS PORQUE QUIZÁ MAÑANA DEBAS TRAGÁRTELAS: Cuida lo que dices y cómo lo dices, pues aquello que sale de tu boca es como agua derramada, tiene poder y tiene impacto. Por esto, asegúrate de medir tus palabras, la intensidad y fuerza con que las utilizas, y el contexto dónde las viertes. Recuerda que una palabra tiene el poder de un sable, puede causar una herida profunda y difícil de reparar o sanar. Recuerda además, que lo que sale de tu boca, es una manifestación de lo que hay en tu interior, tus creencias, tus juicios, tus emociones. ¿Qué te dices? ¿Qué le dices a otros? ¿Lo que te dices o dices a otros, es un reflejo de tu mejor versión?
NO SOY LAGUNA PARA AMAMANTAR LAGARTOS: Si, jajajaj, este es de mis favoritos, recuerdo mi abuelita usaba el refrán para referirse a las personas aprovechadas, oportunistas o que tomaban ventaja. Pero en realidad, era una manera de decirme y enseñarme, lo poderosa que soy, la importancia de poner límites, de aprender a decir NO... de no caer en el rol de salvadora o defensora de nadie. Aprender a distinguir de las personas que nutren tu vida, de aquellas que solo arrebatan, incapacitan o destruyen. Recuerda dirigir tu energía, tu amor y tu atención a las relaciones que ayudan a tu crecimiento, cuida la ecología de tus relaciones. No tengas miedo de decir NO, con respeto y asertividad, cuando percibas que alguien está tomando ventaja.
AGUA QUE NO HAS DE BEBER DEJALA CORRER: Aquello que no va a ser útil o de beneficio para ti, compártelo, ofrécelo, no lo acapares. No vivas tu vida desde la carencia, desde el déficit, pensando que debes arrebatar o acaparar, porque más tarde no habrá. Cuando pienso en mi abuelita, recuerdo que no acumuló grandes riquezas, pero sí tuvo muchos amigos y personas que la recuerdan con especial cariño y admiración. Siempre fue un alma generosa, nunca tuvo temor de compartir lo que conocía o sabía, de darse a los demás.... de ofrecer su casa, de dar alimento a quien lo necesitaba. La abuelita Pata, vivió desde la abundancia, desde la generosidad... pensando que al dar no perdía, reconociendo que es mejor DARSE a otros, que guardarse para sí.
O TODOS HIJOS O TODOS ENTENADOS: Cuando pienso en esto que mi abuelita decía, recuerdo su gran sentido de la equidad y la justicia. Siempre buscó ser ecuánime y justa en sus relaciones con los demás. Con las nietas, siempre se aseguraba de darnos la misma cantidad de dinero, los mismos regalos, el mismo cariño, la misma atención, hasta la misma cantidad de besos y abrazos. Ahora, veo como en su forma de hablar, reflejaba su trato justo, pero más allá de esto también veo que mi abuelita veía en todas las personas a un igual. No hacía separaciones entre clases sociales, o títulos universitarios, ella siempre trato a todos con respeto, con amor y con paciencia. Por eso cuando, leo este refrán pienso en lo importante que es reconocer a otros como un igual y en no verse o creerse inferior o superior a nadie.
CIERRA LA PUERTA Y DOBLA RODILLAS: No es un refrán popular, pero si algo que siempre recuerdo que mi abuelita nos decía. Ante la adversidad, aléjate y dobla rodillas ante Dios. Era una manera de invitarnos a abrazar o acoger lo inevitable, a aceptar NUNCA a resignarnos, pero si a dejar de reaccionar, sino más bien elegir ¿Desde dónde quiero actuar o relacionarme con esto que me pasa? Mi abuelita, siempre fue humilde, supo dar la lucha con perseverancia y paciencia, pero también supo reconocer cuando las situaciones la rebasaban y era necesario doblar rodillas, y pedir ayuda.
Estos son algunos de los dichos y refranes que mi abuelita vivía en su día a día, y que la hicieron ser esa persona excepcional, que aunque ya no está conmigo sigue guiando mi camino con sus enseñanzas.
Te invito a que examines tu lenguaje, tus declaraciones, tus refranes, aquello que repites y te dices o dices a otros con frecuencia, porque en tu lenguaje encontrarás quien eres, y es tu lenguaje el que forja tu identidad. Atrévete a cuestionar lo que te dices, pues esto tendrá impacto en quien ERES y en lo que HACES. ¿Cuáles son tus refranes? ¿Qué legado o lecciones transmites a otros con tu forma de hablar? Recuerda que ERES TU PALABRA.
¡Atrévete a empezar!




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