La voz en mi cabeza que susurra: ¡Arrecha Mija!

¡Hola! En mi post anterior, compartía contigo sobre creencias y un mindset de invisibilidad, y sobre cómo nuestras creencias determinan nuestras vivencias. Hoy quiero seguir un poco sobre esa línea y compartir contigo, una creencia potenciadora que me ha acompañado desde muy niña.

Todos tenemos un diálogo interno, conformado por creencias y pensamientos, que hemos fijado a partir de experiencias propias, o que hemos interiorizado como parte de nuestra crianza, o de las conversaciones y narrativas que ocurren en nuestro contexto familiar o cultura. En mi casa, desde pequeña crecí escuchando ¡Arrecha Mija!

En Guatemala, ser arrecho significa ser capaz, trabajador, perseverante. Una persona arrecha, es una persona echada para adelante, que no se rinde nunca, que actúa, y que elige resolver por encima de la queja o la lamentación.

Mi mamá, ha sido por muchos años, esa voz en mi cabeza, diciéndome Arrecha Mija, impulsándome, motivándome y moviéndome hacia la acción, invitándome a tomar decisiones (decisions, decisions, decisions), por encima de la victimización, lamentación o la resignación. Ahora, que soy madre, esposa y empresaria, y que ya no vivo en su mismo techo, sigo teniendo su voz grabada en mi cabeza en modo repetición, y el Arrecha Mija se ha convertido en mi creencia potenciadora por excelencia, impulsándome, habilitándome, retándome y abriendo posibilidades para mi vida, mis relaciones y mi trabajo. Y es que sí, existe una diferencia muy grande cuando vives tu vida siendo, creyendo y actuando de forma ARRRECHA. ¿Quieres saber, que significa ser arrecha o arrecho?

Cuando era pequeña, recuerdo que una noche casi de madrugada, escuchamos unos ruidos en el primer nivel de nuestra casa. Inmediatamente, mi hermana y yo corrimos al dormitorio de mi mamá muertas del miedo. Estábamos solas en casa las tres. Mi mamá (imagino que también estaba asustada) busco en su escritorio, tomó un desatornillador y armada de coraje y valor, salió al encuentro del ladrón. Este ejemplo, describe a profundidad el mindset de una persona arrecha que se reconoce invencible porque tiene a Dios de su lado (y no olvidemos el desatornillador, un arma letal y poderosa, jajajajaja).

Mi mamá me enseñó a ser arrecha, es decir a actuar a pesar del miedo, poniendo mi confianza siempre en Dios. Me mostró que la verdadera fe, no es pasiva, es activa, pues consiste no solo en creer sino también en hacer. Haz tu parte y después ríndete y acepta lo que venga. Me enseñó a vivir los dolores del cuerpo y del alma, con estoicismo.... sin victimizarme, sin someterme... con fortaleza y con valentía.

Me invitó a ser arrecha y eso me ha permitido cumplir grandes metas y sueños a nivel profesional y personal. Con su música y entre bailes me enseñó que siendo arrecha:

No hay montaña lo suficientemente alta,

No hay valle lo suficientemente profundo,

No hay río lo suficientemente ancho... que me impida llegar....

Agradezco tanto que me haya enseñado a ser arrecha, a ver la vida de frente, a luchar por lo que quiero, a decir lo que pienso sin pelos en la lengua, a ser independiente, a ser valiente. A no creerme más que nadie, pero nunca nunca pensar que soy menos. A llevar los pantalones bien puestos.

Estoy segura que en tu cabeza puedes escuchar muchas voces. Quiero invitarte a que por unos minutos las escuches. ¿Qué es eso que te dicen? ¿A qué te invitan? Ojalá te hablen de valentía, de coraje, de FE, de resolución. Ojalá te ayuden a ser mejor, a salir adelante a empoderarte y a vivir desde el amor y no desde el miedo. Pero, si no es así... bájale el volumen a tu diálogo interno. Y utiliza mi creencia potenciadora: una invitación a SER ARRECHO. Atrévete a hacerla tuya, a explorarla, a actuar como sí. ¿Qué pasaría si te das el permiso de ser arrecho o arrecha por un día? Haz la prueba.

¡Atrévete a empezar!