La disculpa: abono para tus relaciones y el camino a la reconciliación y perdón verdadero.
- Maria Virginia - Coach
- 21 sept 2020
- 6 Min. de lectura
En un mundo perfecto, las disculpas no serían necesarias; sin embargo, en el mundo que tu y yo vivimos hoy, la disculpa genuina, profunda y expresada en el lenguaje que el ofendido valora o aprecia, constituye la principal vía para restaurar las relaciones, restablecer la confianza y alcanzar el verdadero perdón y la reconciliación. En este post comparto contigo, como puedes iniciar un proceso de pedir perdón y perdonar, a través del camino de la disculpa efectiva.

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La necesidad de disculparnos impregna todas las relaciones humanas, sin las disculpas, la ira crece y nos impulsa a exigir justicia. Con frecuencia la religión promueve el perdón sin una disculpa, como un beneficio a quien perdona, más que como un beneficio para el ofensor. Sin embargo este tipo de perdón, no conduce a la reconciliación. Si tu interés está en reconciliarte, restaurar lo que se rompió y mantener el vínculo con la persona que ofendiste, no existe otro camino que el de la disculpa.
Una disculpa es un pedido de perdón, que incluye aceptar la responsabilidad por el propio comportamiento y tratar de reparar la falta de la persona que ha sido ofendida. Las disculpas sinceras alivian la culpa, eliminan la barrera que produjo la ofensa y abren la puerta a la restauración de la confianza en el transcurso del tiempo.
Disculparse es una elección, que no siempre resulta fácil. En ocasiones, evitamos disculparnos porque creemos que no vale la pena el esfuerzo, porque la culpa fue del otro, porque compromete nuestra autoestima, o nos coloca en una posición débil o vulnerable. ¿Cuál es la mala noticia? Que la disculpa está en tus manos, pero el perdón y la reconciliación, está en manos del otro. ¿Cuál es la buena? Que el arte de la disculpa se aprende, y si eres capaz de disculparte de manera eficaz, en el lenguaje que al ofendido más le resuene, tus probabilidades de restablecer la confianza y relación son infinitas.

Uno de los libros más importantes y con mayor impacto, que he tenido la oportunidad de leer y estudiar, es el libro de Los Cinco Lenguajes de la Disculpa. Desarrolle relaciones saludables y exitosas con los demás, de Gary Chapman & Jennifer Thomas, en sus páginas encontramos el método adecuado para ofrecer una disculpa genuina y sincera, que abra las puertas al perdón y reconciliación verdadera. Además, se nos muestra un enfoque personalizado y cinco lenguajes únicos y diferentes para disculparnos en función de lo que el otro necesita escuchar, observar y sentir, para ofrecernos su perdón. En el siguiente enlace, puedes adquirir el libro:
Te comparto, mis aprendizajes y reflexiones derivadas de su lectura:
# 1 Expresa arrepentimiento con sinceridad y de forma genuina:
El primer paso y lenguaje para ofrecer una disculpa empieza con un sincero ¨Lo siento¨. Chapman, nos dice que la disculpa se engendra en el vientre del arrepentimiento. Cuando nos arrepentimos, sentimos pena y pesar por el dolor, los inconvenientes, malestares, desilusión y la traición a la confianza del otro. Nos arrepentimos por lo que hicimos y por lo que dejamos de hacer. Cuando fallas en decir ¨lo siento¨, cuando no verbalizas tu arrepentimiento, dejas la herida del otro abierta. Cuando expresas tu arrepentimiento debes ser lo más específico posible con respecto a la ofensa, mientras más detalles incluyan, más le demuestras al otro, que entiendes su dolor y su molestia. De igual forma, debes evitar las excusas y justificaciones y no acompañar tu expresión de arrepentimiento de ningún argumento. El ¨PERO¨ anula las disculpas. La otra persona no quiere que te justifiques o le eches la culpa, quiere una muestra sincera de tu arrepentimiento.
# 2 Acepta tu responsabilidad:
La reticencia a admitir que te has equivocado, es una barrera al perdón verdadero. Por esto, debes aceptar tu responsabilidad en la relación y en lo que aconteció. Aceptar tu responsabilidad de lo que te toca mostrando empatía, es una señal de madurez, no un acto de debilidad. Decir ¨me equivoqué...me hago responsable por...¨ son señales de madurez emocional y hablan de tu interés por restaurar la confianza y la relación. Cuando aceptas tu responsabilidad es importante que digas... ¨estoy de acuerdo con...¨, ¨no estoy de acuerdo con...¨
¨Todos nos equivocamos, pero el único error que te destruye es el que no estás dispuesto a admitir.¨
# 3 Restituye, haz enmiendas, repara el daño:
La restitución es el acto de devolver a un dueño legítimo, o dar algo como un equivalente a lo que se ha perdido o dañado. Cuando muestras tu disposición de hacer algo para compensar el dolor que has causado, tu disculpa se fortalece y afianza. Deja de ser una simple expresión verbal, y se convierte en un compromiso tangible. Ofrecer restitución le proporciona al otro un sentido de justicia y equidad. Ten presente al restituir que no existe una medida estándar apropiado para todos, si el daño fue grande, la restitución debe ser enorme. Cuando no sepas que hacer para reparar lo que rompiste o dañaste, siempre puedes preguntarle al otro ¿Hay algo que pueda hacer par compensar lo que he hecho? Escucha con voluntad, mente y corazón abierto y luego ponte en marcha y actúa.
# 4 Arrepiéntete genuinamente:
Va un paso más allá de decir que estas arrepentido como en el primer lenguaje. Consiste en no repetir la ofensa. La palabra arrepentimiento significa ¨dar la vuelta¨ o cambiar de opinión. Arrepentirte significa que intentarás con todas tus fuerzas, no volver a hacerlo. Para esto, deberás empezar por manifestar tu intención de cambiar, sin excusas, sin justificaciones, sin culpar a otros. No significa minimizar tu conducta, sino aceptar la plena responsabilidad de tus acciones. Lo segundo que debes hacer al arrepentirte es desarrollar un plan específico para implementar el cambio. A menudo, ocurre que las disculpas no logran restablecer la relación, porque no existe un plan para hacer cambios positivos, y tus ofensas se vuelven recurrentes. El último paso de arrepentirte, es implementar el plan y demostrar tu compromiso con el mismo a través de acciones a lo largo del tiempo.
# 5 Pide perdón, nunca lo exijas y sé paciente:
El perdón es en esencia, la elección de levantar la penalidad y dejar que la persona vuelva a entrar en tu vida, para desarrollar de nuevo la relación. Es un regalo, la decisión de seguir creciendo con la relación, eliminando las barreras. Sin el perdón, las disculpas fallan. Es importante pedir perdón, no solo disculpar tu comportamiento. Pedir perdón demuestra tu intención de que la relación se restablezca plenamente, también muestra que reconoces tu falta y por último coloca el futuro de la relación en manos de la persona ofendida. El perdón, no es algo que tu puedas otorgar en nombre de alguien más. Nunca exijas el perdón, hay personas que en ocasiones dicen ¨necesito que me perdones¨ o ¨me tienes que perdonar¨ .
Ahora ya conoces los diferentes lenguajes que debes utilizar para disculparte y poder obtener el perdón y la reconciliación. Recuerda que sin el perdón las relaciones mueren. Lograr el perdón efectivo, requiere que en ocasiones emplees más de un lenguaje, o incluso los cinco avanzando de la expresión de arrepentimiento, a la aceptación de la responsabilidad, la restitución y la solicitud de perdón.
Por último, siempre recuerda que:
Una vez logres el perdón, deberás esperar y esforzarte por reconstruir la confianza, un proceso que conlleva interés, tiempo y esfuerzo de tu parte.
Disculparte - no quita todos los resultados de la falla, cada acción y palabra que utilizaste tiene una consecuencia, que no es fácil de borrar o desaparecer.
La disculpa o el perdón - no elimina todas las emociones negativas, que tu ofensa provocó en el otro. Aún después de perdonar, puede tomar tiempo borrar la tristeza, la desilusión o el enojo.
El perdón no quita el recuerdo de lo sucedido - No es borrón y cuenta nueva. Cuando perdonas y te perdonan no borras el pasado, sino que eliges concentrarte en el futuro, sin obsesionarte por lo ocurrido.
Te invito a que después de leer este post, no eches en saco roto sus lecciones, y que te animes a iniciar el camino hacia el perdón y la reconciliación, preguntándote ¿Con quién debo disculparme?, ¿A quién debo perdonar? Sin perdón y reconciliación no habrá bendición en tu vida (debes soltar, para poder recibir).
No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, y atrévete a pedir disculpas. Sentirás que tu mochila, se vuelve más ligera y tu recorrido por la vida, será más tranquilo, pleno y en paz.

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