Familia y Fiambre - lecciones de hermoso legado de amor
- Maria Virginia - Coach

- 4 nov 2021
- 4 Min. de lectura
¡Hola! Hoy traigo para ti un post cargado de mucho sabor, ingredientes, emociones y sobre todo amor. Quiero compartir contigo, lo que aprendi, parada en una cocina picando remolachas y ayudando a preparar un delicioso fiambre. Si me conoces, sabes que lo mío no es la cocina, y que mi batidora industrial solamente ha preparado dips y aderezos, nunca pasteles o recetas elaboradas. Siempre he disfrutado más del rol de aprendiz y de maestra que del cocinera, buscando lecciones o aprendizajes en cada actividad o acción que emprendo.
En Guatemala, cada 1 de noviembre celebramos el Día de los Muertos/Difuntos con un platillo tradicional llamado FIAMBRE, un tipo de ensalada fría, que puede llegar a tener más de 50 ingredientes, y aunque no existe una receta única para su elaboración, sus ingredientes se pueden clasificar en cuatro grupos: carnes, embutidos, verduras encurtidas y quesos. Este post, no pretendo darte una clase culinaria o una critica gastronómica, simplemente quiero compartir contigo lo que aprendi del significado y propósito de SER y HACER familia, utilizando el fiambre como metáfora.
No existe receta, combinación o forma perfecta: Cada familia, al igual que cada receta de fiambre, es única, inigualable y original. Las familias. vienen en distintos tamaños, colores, formas y expresiones. En ocasiones son muy grandes, bulliciosas, unidas e inseparables, otras veces son pequeñas o diversas, retadoras o "imperfectas". Lo más importante en la familia, es su esencia no su apariencia.
El ingrediente secreto siempre es el AMOR: No importa cuántos fiambres pruebes, el de tu casa siempre es el mejor, y esto es porque sabe a cariño, sabe a nostalgia, sabe a amor. En tu familia puede faltar cualquier otro ingrediente, pero nunca dejes que falte el amor, la comprensión, la paciencia, el cuidado, la devoción y el servicio al otro.
Cada miembro o integrante de tu familia aporta y suma al resultado final: Al igual que los ingredientes en un fiambre, cada miembro de tu familia, agrega, suma, contribuye y da sabor a tu vida familiar. Su valor y contribución es importante y necesaria para nutrir la familia, permitir su crecimiento, desarrollo y aprendizaje y supervivencia. Aún aquellas personas que quisieras que NO estén o hagan parte (como la cebolla, el chiltepeque o chile diente de perro), tienen una razón de ser en tu entorno familiar, y algo que enseñarte acerca de ti mismo. Todos, hasta la persona que más clavos hace, que más imprudencias dice, qué más retos te impone... es un maestro para ti.
Las memorias y recuerdos, mantienen la cohesión familiar: Así como en el fiambre, el caldillo inunda e infunde el resto de los ingredientes con su sabor, en la familia son los recuerdos y las memorias, las que funcionan como el pegamento que mantiene unidos a sus integrantes. Las memorias y recuerdos no son ni buenos, ni malos, ni bonitos ni feos, simplemente son. Recordar es vivir, es trascender y mantener viva la esencia de quienes ya dejaron la familia. Las memorias, con gratitud y nostalgia son un bálsamo para el corazón y mantienen viva la familia.
Todo lo bueno y excepcional, requiere de tiempo, esfuerzo y voluntad: Al igual que con un buen fiambre, que debe preparase hasta con un mes de antelación, las familias sólidas requieren tiempo de calidad, atención, esfuerzo, dedicación. El proceso de elaboración es largo, requiere de paciencia, de tiempo, de mucha voluntad. Todos los días, tu tomas la decisión de SER y HACER familia, tú eliges cómo y desde donde eliges relacionarte con los tuyos.
HACER y SER familia, conlleva de magia y de mucha fe: En estos días aprendi... que se debe "soplar" el fiambre, para que abunde (confiar en qué alcanzará para todos). Ser familia, es también un acto de FE, cuando eres familia, te abandonas, sabes que tu familia cuida de ti, cuida de tu espalda, y que su amor es incondicional. Esto es fe... saberte cuidado, protegido y respaldado por los tuyos.
La familia tiene que ver más con SERVIR que con RECIBIR: Quienes cocinan, son los últimos en probar, los últimos en comer, los últimos en sentarse a la mesa. La familia es igual, cuando eres familia, el otro siempre es más importante que tu, encuentras realización y satisfacción en los logros, la felicidad y el bienestar de los tuyos.. Vivtges para agradar, para ayudar, para acompañar y celebrar al otro.
La familia también se elige: En estos años de fiambre, he descubierto familia en muchas personas con quienes quizá no comparto lazos de consanguinidad, personas que se han sumado a mi vida en diferentes etapas, edades o contextos, y las elijo voluntariamente como mi familia, porque han llenado mis dias de su luz, de su amor, de sus enseñanzas, de su amor. Y entonces, mi receta o mi familia se ha ido enriqueciendo, porque la familia la eliges, pero también te elige a ti cuando hay coincidencia en los valores y propósito.
Agradezco, este tiempo en la cocina, que me ha hecho reflexionar pero sobre todo tomar conciencia y agradecer por mi familia: la nuclear, la extendida, la política, la agregada y la elegida A todas aquellas personas que hacen parte de mi receta, que llenan de sabor, alegría y amor mi vida: ¡muchas gracias! Gracias también, a las tías y a mi suegra que con sus tradiciones y sus memorias, me ayudaron a escribir este post.
¿Qué haces tu HOY, para SER y HACER familia? ¿Cómo está tu receta? ¿Qué ingredientes hacen falta? ¿Qué aprendes día con día sobre sus integrantes? ¿Qué puedes hacer distinto para lograr una receta excepcional?
¡Atrévete a empezar!
















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