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¿Cómo vivir para siempre a través de tu legado? Lecciones de la abuelita Pata

Actualizado: 20 may 2020

Durante este mes de mayo, dedicado a las madres, quiero aprovechar este post, para rendirle un homenaje, a la matriarca de mi familia, quien nos dejó hace 15 años, pero continua con nosotros a través de sus invaluables enseñanzas y su legado: mi abuela Ethel, o como cariñosamente la llamábamos con mi hermana, la abuelita Pata. Y sí, en este post, también quiero mostrarte que es posible vivir para siempre; que solo mueres cuando te olvidan.

Mi abuelita Ethel, fue una mujer fuerte, íntegra, luchadora, feminista (para su época), independiente, trabajadora y llena de fe. No tuvo una vida fácil, todo lo contrario, fue probada en su fe, muchas veces, pero ella siempre vio la mano de Dios en su vida y reconoció que detrás de cada desafío se escondía una bendición. Siempre ha sido mi modelo a seguir, su legado, enseñanzas y ejemplo son una brújula que guía mi vida. Aquí te comparto sus principales lecciones y enseñanzas:


1. Tu mayor riqueza, está en lo que conoces no en lo que tienes

Las tías y primas hermanas de mi abuela, fueron judías y permanecieron cautivas en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, en ese tiempo, vivieron situaciones deplorables y comían papas crudas para poder sobrevivir. Mi abuela, contaba que durante la guerra, ella y su familia fueron despojados de sus propiedades y bienes, sin embargo, ella nunca dejó de cultivar su conocimiento, pues reconocía que la mayor riqueza está en lo que conoces y no en lo que posees.


No tengo un recuerdo de mi abuelita, en el que no haya tenido un libro cerca (sobre sus piernas, en la mesa de noche, en la mesita del televisor), devoraba libros y era capaz de debatir y conversar sobre política, historia, cultura, clásicos de la literatura, filosofía, y religión. Consideraba que los libros eran una fuente inagotable de sabiduría, en ellos habitan las respuestas a muchas de las interrogantes y problemas del ser humano. El libro más importante su vida, fue sin duda La Biblia, en ella encontró consuelo, consejos y principios que guiaron su actuar y sus decisiones a lo largo de su vida.


Si quieres vivir para siempre, asegúrate de sembrar en tus hijos, colaboradores y colegas de trabajo la curiosidad, el deseo de aprender y la disposición para enseñar. Esto hará que permanezcas vivo, a través de tus enseñanzas. Nunca dejes de rodearte de libros y de sabiduría, no tengas miedo de buscar el conocimiento en otras fuentes y personas.


2. Nada de lo que tienes es tuyo, todo proviene de la gracia De Dios:

La humildad y gratitud son dos grandes virtudes, que mi abuelita me inculcó. Ella siempre me dijo, que todo lo que uno tiene, puede y sabe viene de Dios. Me enseñó a agradecer, a clamar, a doblar rodillas y a confiar. Siempre me dijo que Dios suple cualquier necesidad, sana cualquier herida, cura cualquier dolor. Lo que es imposible para ti, es posible para Él. Cuando aprendes ha hacerte pequeño, la vida y Dios se encargan de engrandecerte.


La Fe es uno de los mayores regalos y legados que puedes dejar a tus hijos. Si eres jefe, también puedes cultivar tu Fe en otros, fomentando la confianza y convicción, de que las cosas son posibles y realizando esfuerzos extraordinarios para alcanzar los resultados. Mi abuelita me decía, haz tu parte, del resto se encargará Dios.


3. No dejes que el sol se ponga sobre tu enojo:

Hay dos cosas que no recuerdo que mi abuelita haya hecho nunca, o por lo menos nunca frente a mí: 1) Quejarse y 2) Enojarse. En sus palabras, hacían más daño que bien, y no ayudan en nada a resolver el problema o a reparar la relación. Recuerdo que en una oportunidad, robaron la casa de mi abuelita. Esto ocurrió de madrugada y mi abuela no pudo levantarse de la cama, pues se encontraba en silla de ruedas. Durante todo el tiempo que los ladrones estuvieron dentro de la casa, mi abuelita no dejó de orar en voz alta por ellos, pidiéndole a Dios que los perdonara. Por la mañana, en su rostro había paz y en su corazón no había rencor. Mi abuelita nunca se aferró a las cosas, siempre se aferró a la vida.


Si quieres vivir para siempre, no enseñes a otros a guardar o almacenar rencor, a habitar en la queja y en el enojo. Más bien pon tu mirada en las bendiciones que tienes a tu alcance, eso te permitirá sentirte más feliz....


4. Todo florece con una dosis de amor y paciencia

La abuelita Pata, tenía una fascinación por las flores. A pesar, de vivir en un apartamento pequeño y sin jardín, su espacio personal estaba lleno de violetas, azaleas y todo tipo de flores, que ella misma cultivaba y sembraba en pequeños botes de compota. Recuerdo con que amor y paciencia, regaba sus flores, inclusive les hablaba de forma amorosa, para que se sintieran amadas y así se decidieran a crecer. En este pequeño acto, me enseñó que al igual que esas plantitas, toda relación requiere paciencia, cuidado y sobre todo mucho amor, para poder florecer y desarrollarse.


Siembra amor, trata a otros con paciencia, consideración y cuidado y verás como tu esfuerzo da fruto, y generarás un espiral creciente de afecto, generosidad y altruismo.


5. ¡Hay que ser bueno y manso, pero no bruto y menso!

Mi abuelita me enseño que en la vida hay que ser bondadoso, pero sin ser baboso. Ella siempre lucho por lo que creía justo, incluso me comentó que estando embarazada hizo parte de las manifestaciones, de la Revolución de 1944. Me enseñó lo importante que es establecer límites, darse a respetarse y no dejar que otros atenten contra tu dignidad. Ella siempre fue tierna, pero firme y justa.


Enseña a tus hijos, colaboradores y colegas, a decir NO, a trazar límites a luchar y defender sus ideales. Hazles saber que la bondad no pelea con la firmeza.


6. La actitud SIEMPRE es una decisión

En el año de 1998, mi abuelita fue intervenida quirúrgicamente, a mitad de la operación la arteria de su pierna fue perforada, y después de varios intentos por detener la hemorragia, los médicos tuvieron que amputar la pierna para salvar su vida. Previo a la operación, los doctores le habían asegurado que después quedaría en perfectas condiciones, luego de una fractura de fémur y qué podría caminar. Esta de más decir, que esto no se cumplió. Al momento de darle la noticia, cuando se despertó de la anestesia, sus palabras textuales fueron: ¨¿Qué es una pierna, para la vida que Dios me devolvió?¨Los últimos años de su vida mi abuelita Pata, sufrió muchas incomodidades, dolores fantasma y otras complicaciones, pero su actitud frente a la vida siempre fue de agradecimiento, de alegría y de buen humor. Ella se convirtió en el refugio y el oasis de todos quienes la conocían, era ella quien animaba a otros, quien aconsejaba, quien desde su silla de ruedas y en su regazo nos llena de abrazos que todo lo curaban.


Siempre podemos elegir y preguntarnos, ¿Qué quiere le vida enseñarme frente a ésta adversidad? Para trascender, debes reconocer que otros se ven en tu espejo y que otros seguirán tus pasos.


Como ves, dejar tu huella y un legado, poco tiene que ver con la riqueza, con el poder o la fama, El legado se construye a través de una vida bien vivida, a través del amor que manifiestas a otros, con las pequeñas acciones que realizas en tu día a día, con pequeños actos que despliegas de amabilidad, paciencia y generosidad. El legado no está en lo que tienes o posees, está en lo que haces a otros sentir.


Empieza a construir tu legado hoy y nunca dejes de recordar a aquellos que han dejado su huella en ti. Un beso al cielo abuelita Pata, hasta que podamos vernos de nuevo y fundirnos en un abrazo, de esos que todo lo curan. Te quiero,

ree


LA BIBLIOTECA DE LA ABUELITA PATA


Aprovecho para compartirte algunos de los libros favoritos de mi abuelita Ethel, en ellos podrás encontrar respuestas, sabiduría y consejos para poder construir un legado.


 
 
 

1 comentario

vickydeoliva
19 may 2020

Me encantó la historia de la abuelita Ethel (Pata) excelente lección para la vida.

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