¿Cómo dejar de ser un jefe mandón y volverte un líder preguntón?
- Maria Virginia - Coach
- 26 mar 2020
- 6 Min. de lectura
A pesar de la popularidad y evidencia sobre los múltiples los resultados y beneficios del Coaching en el contexto empresarial, aún me encuentro con líderes y empresas, renuentes a implementar programas de Coaching en sus espacios y equipos de trabajo.
Muchos líderes me confiesan tener poco tiempo en su acelerada rutina, para el tedioso trabajo de desarrollar y enseñar a otros a crecer y desarrollarse. A lo largo de mi carrera como consultora, especialista en gestión humana, facilitadora y Coach, he oído a muchos líderes referirse al Coaching como una actividad adicional y ajena a su verdadero trabajo. Son muy pocos los líderes los que perciben el Coaching como una extensión de sus responsabilidades y funciones, y como parte inherente de su rol como líderes. Los expertos en liderazgo, reconocen que a mayor nivel jerárquico, más tiempo debe el líder practicar el Coaching y menos debe enfocarse en el Management o Administración. En este post, te ayudo a desmitificar el coaching y te muestro cómo puedes convertirlo en parte de tu rutina diaria.
Photo bybruce marsonUnsplash
Pocos líderes perciben el Coaching como parte esencial de su rol, y los pocos que dedican tiempo a practicarlo, no saben cómo hacerlo o NO lo hacen bien. Hace algún tiempo, me encontré con una joya en una venta de revistas de un aeropuerto, el libro de Michael Bungay Stainer ¨The Coaching Habit: Di menos, haz más preguntas y cambia tu forma de liderar para siempre. Las 7 preguntas claves para liderar equipos y organizaciones del Siglo XXI. En sus páginas, encontré consejos prácticos y sencillos para convertir el Coaching en un hábito, sostener conversaciones estructuradas y orientadas al desarrollo de otros, preguntas poderosas y una metodología que si funciona en medio de la rutina de trabajo diario en el contexto empresarial. El Coaching es sin duda una herramienta y técnica, que todo líder y empresario debe llevar en su mochila.
Los principios contenidos en el libro de Bungay, nos alejan de los problemas que generalmente enfrentan las organizaciones al momento de implementar métodos y técnicas de Coaching a su quehacer cotidiano:
En lugar de conceptos teóricos complejos u divorciados de a realidad, nos ofrece herramientas y soluciones de fácil aplicación, alta efectividad y poca inversión en tiempo.
Nos ofrece lineamientos y acciones que permitan hacer del Coaching un hábito.
Refuerza la importancia de un cambio conductual y de mentalidad: Pasar de la recomendación (aconsejar) a la indagación.
El Coaching puede ser sencillo, un acto cotidiano e informal, y lo más importante puede convertirse en un hábito.
Ahora, bien. ¿Cuáles son esas acciones que debo implementar o modificar en mi actuar como líder, qué me llevaran a hacer del Coaching un hábito?
Haz una pregunta a la vez: da lugar al silencio y espera a que el otro responda.
Deja a un lado las introducciones y haz la pregunta: Si tienes la tendencia de suavizar, romper el hielo, sobre explicar, poner en contexto y dar muchas vueltas, antes de realizar tus preguntas. El consejo es dispara.. no te demores en hacer la pregunta.
Deja de hacer preguntas retóricas: Algunos ejemplos incluyen ¿Has pensando en...?, ¿Qué tal si...?, ¿Consideraste...? Estos son consejos disfrazados de preguntas. Deja de dar consejos, adjuntándoles un signo de interrogación.
Apégate a las preguntas que empiecen con QUÉ: Cuando inicias una pregunta con POR QUÉ, las personas asumen una postura defensiva, ya que el por qué conlleva un juicio de valor. Además, cuando te interesa el por qué, y conoces más a fondo los detalles caes más fácil en la tentación de recomendar, aconsejar y resolverle el problema al otro. Para hacer Coaching no necesitas conocer a detalle los antecedentes.
Aprende a sentirte cómodo con el silencio: El silencio es una medida de éxito, quiere decir que la pregunta está cuajando y está generando reflexión y aprendizaje en el otro. Aprende a utilizar tu respiración para dar lugar al silencio.
Escucha con absoluta apertura, voluntad y atención al otro: Para escuchar con voluntad, necesitas acallar las voces internas (juicio, cinismo, miedo), necesitas descargar tus juicios, suposiciones y experiencias y escuchar al otro como quien escucha por primera vez. Si escuchas desde tus juicios y experiencias, caerás en la trampa de aconsejar y recomendar.
Para ser un líder preguntón, no solo debes incorporar estas 6 acciones a tu repertorio y conversaciones, también debes dominar el arte de FORMULAR PREGUNTAS PODEROSAS e indagar apreciativamente. Exploremos con mayor detalle estos dos conceptos:
Preguntas Poderosas: Las preguntas poderosas, tienen varias características, son generativas (llevan a otras preguntas y abren el campo a explorar el mundo de las posibilidades), son abiertas (invitan al otro a explorar, extenderse y elaborar), empiezan con qué y cómo (no juzgan, tampoco indagan en el pasado), mueven a la acción, traen consigo posibilidad, esperanza y confianza. Las preguntas poderosas generan una reacción emocional en el coachee, lo sacuden, lo despiertan, a veces duelen, pero siempre siempre hacen que algo pase. Indagación Apreciativa: Para indagar apreciativamente, necesitamos tener una mirada llena de apreciación por el otro. Esta mirada, debe alejarse de la forma en la que generalmente vemos el mundo y a los demás. Cuando somos jefes mandones, vemos el mundo como un problema que debemos resolver, nos enfocamos en lo que no funciona, por esto aconsejamos, señalamos, criticamos, contradecimos e imponemos nuestra opinión, en aras de lograr objetivos o resultados. Nos colocamos en la postura del experto. Ver con apreciación, es enfocarnos en lo que funciona, explorar las oportunidades, fortalezas y recursos, cuidando del otro, asegurando que la reflexión lo lleve a un estado de posibilidad, de abundancia y de crecimiento. Dejamos de ser expertos para volvernos detectives, exploradores y descubridores. Bungay, nos sugiere 7 preguntas poderosas que harán una diferencia, son sencillas y cortas, pero altamente efectivas. La combinación de estas preguntas, te permitirá ser más preguntón y lograr resultados a través de otros:
PREGUNTA # 1: Apertura ¿Qué estas pensando?
Podría ser también ¿Qué te preocupa? ¿Qué está ocurriendo? Una vez obtengas la respuesta puedes profundizar en esta pregunta, haciendo uso de las 3Ps para ampliar las perspectivas.
Proyectos
Personas
Patrones
PREGUNTA# 2: Exploración ¿Y qué más?
Según el autor, la mejor pregunta del mundo. Es una pregunta generativa porque crea más sabiduría, más conocimiento, más insights, más conciencia, más recursos y posibilidades. Debe formularse entre 3-5 veces para que realmente funcione.
PREGUNTA # 3: Enfoque ¿Cuál es el verdadero reto o desafío?
Esta pregunta, nos lleva a enfocarnos en el verdadero problema, no en el primer problema que surge. Ayuda a no coachar fantasmas (personas o problemas equivocados). Puede hacerse en tres niveles:
¿Cuál es el reto/problema?
¿Cuál es el verdadero reto/problema?
¿Cuál es el verdadero reto/problema para TI?
PREGUNTA # 4: Cimientos ¿Qué es lo que TU quieres?
Nos ayuda a conocer el propósito. Es una pregunta poderosa, porque nos permite conocer las necesidades y deseos del coachee. A través de ella es posible conocer sus motivadores, impulsores, la necesidad o deseo detrás de la petición.
PREGUNTA # 5: Apoyo ¿Cómo puedo ayudar?
Esta pregunta, muchas veces incomoda porque no queremos escuchar la respuesta. También, es difícil pues muchos jefes mandones, caen en el rol de salvadores y se echan encima la responsabilidad de resolver el problema. Recuerda que siempre puedes decir SI, NO, Tal vez, Déjame consultarlo o pensarlo... No todavía.
PREGUNTA # 6: Estrategia: ¿Si dices que sí a esto?, ¿A qué estás diciendo que NO?
Nos permite que el coachee asuma las pérdidas y el costo de oportunidad de su decisión. Chequear el compromiso y las implicaciones de la decisión.
PREGUNTA # 7: Aprendizaje ¿Qué aprendiste?
Podría ser también ¿Qué ha tenido mayor utilidad o beneficio para ti?, ¿Qué te llevas de esta conversación? Es una oportunidad de conocer qué aprendió el coachee sin juzgar, tener retroalimentación.
Por último, además de practicar las 6 conductas y 7 preguntas poderosas, debes trabajar en tus creencias convencerte que tus consejos no son los mejores del mundo. Si bien tu experiencia es valiosa, recuerda que tu actuaste desde tus zapatos, desde tu experiencia y conocimiento, por lo que NO existe garantía alguna de que al aplicar tu consejo, tu coachee obtendrá el mismo resultado que tu obtuviste.
Para profundizar más sobre como puedes hacer del Coaching un hábito, te invito a adquirir el libro de Bungay, en la sección de mi página Llena tu Mochila, o en el enlace:
¿Quieres hacer algo sencillo y efectivo para desarrollar a tu equipo? Muy fácil, a partir de hoy, vuélvete preguntón.
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